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Opinión 27-07-2025 06:44

"No quiero enfrentamientos en la prensa y Miguel Hernández". © jmm caminero

No deseo enfrentamientos en la prensa, no deseo enfrentamientos en la sociedad, no deseo enfrentamientos en el Parlamento Nacional, no deseo enfrentamientos en los regionales, locales? No deseo enfrentamientos y confrontaciones. Creo que este es un grave error. Se puede decir, todo o casi todo, según el espíritu de la ley y el espíritu de la moralidad mínima correcta.


No deseo enfrentamientos en la prensa, no deseo enfrentamientos en la sociedad, no deseo enfrentamientos en el Parlamento Nacional, no deseo enfrentamientos en los regionales, locales?
No deseo enfrentamientos y confrontaciones. Creo que este es un grave error. Se puede decir, todo o casi todo, según el espíritu de la ley y el espíritu de la moralidad mínima correcta. Pero no deseo enfrentamientos y confrontaciones dialécticas, porque cuándo se llega a las dialécticas es fácil pasar a las manos, y, cuándo se llega a las manos, es fácil llegar a?
Creo que el clima de la oratoria y de la retórica y de la dialéctica se debe suavizar, se debe suavizar por parte de todos. Creímos y creíamos muchos que la Transición era la gran cura para los males sociopolíticos de nuestra sociedad, país, regiones, colectivos, individuos, pero se entreve en el horizonte las orejas del lobo con sangre en los dientes? No busquemos la confrontación y el enfrentamiento, aprendamos del pasado, no cometamos los errores del pasado, del siglo diecinueve, del veinte y de historia de siglos? no copiemos errores del pasado?
Creo que los datos y las razones y los argumentos dichos con suavidad en las palabras y en los gestos son esenciales. También en los mítines y arengas y también en las declaraciones en la prensa y también en todos los lugares. Suavicemos el agua, tranquilicemos al aceite, armonicemos los corazones? no contribuyamos a que emerjan lo más profundo: negativo y pernicioso que los pueblos y los individuos llevan y llevamos. Llevamos una década, al menos, de confrontaciones dialécticas y de la lengua y de las palabras y de los discursos y de la retórica. Volvamos a la paz de las palabras y de los gestos? Se puede decir, todo o casi todo con buenas palabras, la verdad os hará libres, la verdad se mueve despacio y deprisa. Volvamos al sosiego de las palabras y de los gestos?
No me agrada tocar temas sociopolíticos, por eso soy un columnista de segunda y de provincias, con reducida audiencia, pero creo que es mejor la miel y el azúcar que el hierro y el vinagre y el ácido. Creo que es mejor para el presente y el futuro inmediato. En este viaje por el articulismo que voy haciendo, citando en concreto columnas de otros que nos precedieron, me he dado de bruces, con una del gran poeta Miguel Hernández, que creo que es bueno recordar, para aprender del pasado, para no repetir lo malo del pasado, se titula Para ganar la guerra, publicada en Al Ataque, periódico de Madrid con fecha del 16 de enero de 1937. Cierto es que es una columna es un periodo enormemente complejo y trágico de la historia de España, de ?la incivil guerra civil? en frase talentosa de Anson, pero también es cierto, que es necesario, ya lo he repetido hasta la saciedad, que hagamos directorios de los articulistas, no solo de los periodistas de este país y este terruño. Para entrar en sus textos, y, para entender mejor el pasado, para entender mejor el presente.
No volvamos a cometer errores del pasado. Recordemos el cuento de la rana que se mete en agua templada y de buen sabor y de buen color y de buen calor, pero el recipiente se va calentando poco a poco, y, poco a poco se llega a que la rana reviente. No dejemos que la rana social y política y del Estado y de las ideologías y de los grupos de poder vayan calentándose poco a poco, y, al final, terminen reventando?
Si los expertos en ciencias sociales, historiadores incluidos, que ocupan y han ocupado cátedras en decenas de universidades españolas, tuviesen el favor de escribir artículos de opinión, y, no gente como yo, que apenas somos unos opinadores sin conocimientos suficientes. Si esas personas, cientos, que han ocupado y ocupan cátedras de ciencias sociales y humanidades, quisieran aportar sus saberes, nos harían un gran favor, porque en una epidemia de salud y biológica, tenemos que escuchar a los expertos médicos y biólogos. En una problemática tan compleja como es nuestra sociedad, esperamos, nos levantamos cada día, esperando que la sección de opinión, existan cinco o seis textos de cinco o seis expertos en esas ramas pero no nos hablan? y, existen cientos en nuestro panorama, algunos con sus cátedras en vigencia, otros, en sus lugares de segunda residencia tomando el sol y mirando las piernas de los paseantes en la arena?
Nos levantamos cada semana, temiendo que sucederá un nuevo acontecimiento que irá calentando más y más el agua. Algunos días, ya al amanecer tememos que va a suceder, con tal reunión, congreso, pacto, comunicación, porque ya lo sabemos de antemano. Tememos que habrá pasado de tal viaje y conversación y negociación que sabemos existe, porque nos la han dicho, pero no sabemos los resultados que habrá tenido? Tememos, estamos asustado, el pueblo está asustado, gran parte del pueblo. No puedo hablar en nombre de los expertos, ni hablar en nombre de las elites sociopolíticas y económicas, ni de las elites religiosas, ni de las elites culturales, pero si puedo hablar, como un miembro mas del pueblo. Les debo decir, que el pueblo, la mayoría del pueblo está asustado. Tanto los de un color y los del otro o los de ningún color. El pueblo está asustado.
Por favor, escuchen al pueblo, escuchen el clamor del pueblo, escuchen el temor del pueblo. Escuchen este humilde artículo. Por favor? Paz y bien.
https://x.com/i/flow/login?redirect_after_login=%2Fjmmcaminero      © jmm caminero (15 julio 2025 cr).
Fin artículo 5.004º: ?No quiero enfrentamientos en la prensa y Miguel Hernández?.

 

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