
Personas, pero no hombres. ©Xabier Vila-Coia,
Quienes hemos vivido en dictaduras (en mi caso particular, en una de derechas, la franquista; y en otra de izquierdas, la castrista) sabemos identificarlas de forma irrefutable. Dos son los signos patognomónicos que permiten, al ciudadano avisado, reconocerlas: en los Poderes Públicos y Sociedades Satélite (los Popes y las SS), el adoctrinamiento incesante del pueblo;