
Y es que el motor que mueve la sangre por mis venas
Y es que el motor que mueve la sangre por mis venas, el corazón, me habla siempre en silencio, y me dice, muchas veces, que todos somos unos mendigos... en busca del amor, en busca del amor de nuestro semejantes. Hoy han hablado tres necesitados, mañana... Pero, es cierto y verdadero que, sin lugar a dudas, los indigentes también aman, los pobres también desean ser padres, los mendicantes también son honestos…, y seres humanos como nosotros…