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Cultura 09-09-2025 12:15

El Ciclo de Puente Viesgo analiza este miércoles la recurrencia gráfica del arte parietal paleolítico

El Ciclo de Conferencias sobre Prehistoria de Puente Viesgo analizará este miércoles 10 la recurrencia gráfica o los temas comunes y repetidos en las pinturas parietales del Paleolítico en la undécima conferencia de este año, que será impartida por Diego Gárate, doctor en Prehistoria de la Universidad de Cantabria (UC).

El Centro de Arte Rupestre (CAR) de Cantabria acoge una vez más, a partir de las 19.30 horas, esta nueva cita del calendario de conferencias programado por la Sociedad de Amigos de las Cuevas del Castillo en la 35ª edición del Ciclo de Puente Viesgo.

La conferencia de Gárate, 'Contemplando imágenes, compartiendo ideas: La recurrencia gráfica en las cuevas con arte parietal paleolítico', sucede a la impartida por su homóloga Ana Belén Marín-Arroyo, también doctora en Prehistoria de la UC, sobre el proyecto científico 'Prehgastro', que intenta reconstruir la dieta alimenticia en la prehistoria.

Como precisó la propia ponente, "se trata de unir la Prehistoria y la gastronomía, un viaje al pasado a través de la gastronomía" en un proyecto científico que surgió en la Cueva del Mirón en Ramales de la Victoria.

La doctora en Prehistoria de la UC aclaró que en la Prehistoria se pueden distinguir cuatro tipos de cocina con una inicial sin fuego durante los primeros cinco millones de años basada en una dieta vegetariana y frugívora.

"Una cocina con fuego aparece a partir de hace un millón de años pero es desde hace 400.000 años cuando hay evidencias de control del fuego para cocinar", agregó Marín-Arroyo, tras matizar que desde hace 10.000 años surge una cocina con cerámica "muy similar a la actual, que ya permite asar, ahumar, brasear y cocer con piedras calientes".

La conferenciante recalcó que los diferentes tipos de clima que han existido determinan el tipo de recursos alimenticios de los grupos humanos, con un plato principal en los pueblos cazadores recolectores del Cantábrico: el ciervo y la cabra.

A esta dieta se unen, entre otros alimentos, el salmón, la trucha, las anguilas, bivalvos y mariscos en los entornos fluviales y los vegetales, desde las frutas a los tubérculos, justo antes de que en el Neolítico empezara a consumirse los cereales (trigo, cebada o mijo).

La ponente destacó que a partir de estos conocimientos, en el proyecto Prehgastro, que tuvo su primer congreso en el Palacio de la Magdalena en 2024, "se desarrollan las experiencias arqueo gastronómicas que transforman los datos científicos de la Prehistoria y lo llevan a la gastronomía actual".

"Se trata de combinar turismo arqueológico y gastronómico para fomentar la economía local; de ofrecer un turismo de calidad, desestacionalizado y que proporcione un beneficio económico en el territorio rural", agregó.

Ana Belén Marín-Arroyo trabaja desde 2019 en el proyecto científico europeo Subsilience que estudia la estrategia de subsistencia de los neandertales y de los primeros homo sapiens en 21 yacimientos prehistóricos del sur de Europa, 10 de ellos en el Cantábrico.

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