Respeto para nuestro teatro clásico. José Antonio Ávila López

Conceptos que aprendí...

Admito que suelo «tener miedo» ante las adaptaciones de las obras de Lope de Vega. Me gusta demasiado el teatro clásico, y ya viví un terrible desengaño hace más de una década, cuando con ilusión retransmitieron en «La 2» una galardonada versión de «La vida es sueño» de don Pedro Calderón de la Barca. Si tengo reparos con Félix Lope de Vega, no iba a tener menos con Calderón, y creo que sentí pena, sentí estafado y me dio rabia ver en escena vestidos de noche, chaqués, y despropósitos que insultaban el ideal del Siglo de Oro. No lo puedo evitar, me molestan tanto esas intervenciones contemporáneas que decidí al punto no ver esas malas y odiosas adaptaciones de RTVE que caricaturizan la historia poniéndola al alcance de mucha gente que ahora parecen creerse historiadores, uniéndose a «analistas políticos de barra de bar y seleccionadores nacionales de fútbol de barrio». Pero mi curiosidad fue mayor que mis prejuicios, y empecé a ver otro día una mala e insultante adaptación de «Fuenteovejuna» de Lope de Vega, y zas..., otra decepción. Adaptar no es usar ropa de este siglo o aligerar la parla en verso, adaptar es dejar los conceptos desnudos para que todo el mundo pueda disfrutar de ellos, y sólo alguien con un conocimiento profundo de la sociedad de hace siglos y de la de ahora puede hacerlo. El honor de nuestro Siglo de Oro deber ser la dignidad universal, y esta dignidad debe tener tal alcance que considere en su espectro el derecho a la cultura, y no al concepto estático y férreo que a veces quieren vendernos. Desde estas modestas y humildes líneas pido y exijo el máximo de los respetos a nuestro teatro clásico, un teatro que no merece absurdas adaptaciones.
José Antonio Ávila López
45462148-A
Filólogo corrector de textos
Ex concejal Ayuntamiento Rubí
Telf. 661.07.14.76
08191 Rubí (Barcelona)