CULTURA CATOLICA DE ESTOS TIEMPOS Por Juan Goti Ordeñana Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid
Este mes de diciembre, que siempre se ha llenado de iluminación y alegría, a pesar de que las nuevas tendencias secularistas han tratado de hacer olvidar el fondo humano y religioso de estas fiestas. Son días en los que se multiplican los signos de que Dios que está cerca, sin que hayan logrado, ciertas ideologías creadas en los últimos siglos de laicismo, hacerlos olvidar.
Este mes de diciembre, que siempre se ha llenado de iluminación y alegría, a pesar de que las nuevas tendencias secularistas han tratado de hacer olvidar el fondo humano y religioso de estas fiestas. Son días en los que se multiplican los signos de que Dios que está cerca, sin que hayan logrado, ciertas ideologías creadas en los últimos siglos de laicismo, hacerlos olvidar. Hoy hay signos de ir en retroceso, como se advierte al ver el desastre que han llevado a la actuación política de los modernos estados. El fondo del problema está en que han asumido un socialismo, sucedáneo del cristianismo, y a la que han cambiado los principios de interpretación universal por un sentido egoísta de explotación de la sociedad por intereses utilitarios y sórdidos.
Se advierte una reacción de las nuevas generaciones en esta sociedad en busca de la espiritualidad que se había perdido, y en la búsqueda de los valores arraigados del catolicismo, esto es, volver al derecho natural que Dios había puesto en la creación, que lleva a unos principios morales: a la realidad de la familia como estructura base de la sociedad y del Gobierno, a la consideración del valor de la transcendencia, y a la amistad en la vida de la comunidad. Para superar el abandono de la persona que ha creado el individualismo de la política comunista, con el objeto de dominar al individuo, para lo le ha promovido un vacío moral materialista, una agobiante publicidad, pérdida del sentido de la vida, un feminismo desorientado y una crisis masculina, sobre lo que ya empiezan a advertir el cambio en los centros intelectuales que estudian la marcha de la sociedad.
Frente a esta problemática unos acontecimientos actuales han llamado mucho la atención, mostrando que hay una reflexión social cambiante, además del caso de Kharlie Kirk, que comentamos en una articulo hace unos días, y que hizo un resurgir del cristianismo en Estados Unidos:
En 2013 como preparación para las Jornadas mundiales de la Juventud surgió el movimiento social y católico Hakuna, una asociación privada de fieles, que forma el grupo musical Hakuna Group Music. Integrado por músicos y cantantes y es conocido internacionalmente por sus conciertos y multitudinarios éxitos musicales. El papa Francisco los describió como una «familia eucarística, una familia que no entiende de fronteras ni de idiomas, porque su centro es el mismo Dios eucaristía» «Los domingos», una película dramática de 2025 dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, donde se narra la historia de una joven de 17 años, buena estudiante, que anuncia a su familia que quiere hacerse monja de clausura, con lo que se produce una situación conflictiva. El trabajo de algún valor, ha sido premiado con la Concha de Oro de San Sebastián.
El nuevo álbum «Lux» de Rosalía: «Álbum estructurado en cuatro movimientos, se abre con un pórtico celestial en el que vemos a Rosalía
situarse en dos realidades, clavada ante la perspectiva de ?primero amar al mundo y luego amar a Dios?. El anhelo de transcendencia baña todo el cancionero, y en el camino deja caer pistas que invitan a asociar ese impulso espiritual con la decepción ante ciertas experiencias mundanas». Y los días previos a la salida de «Lux» ha dicho que si no se dedicara a la música estaría estudiando teología. A lo que ha añadido el gran manifiesto ante el Cristo del Corcovado en Rio de Janeiro.
Y el último premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, Byung-Chul Han, ha publicado un ensayo breve y sugestivo, en la que reinterpreta la obra de Simone Weil, como un directivo espiritual y ético que lleva a una gran reflexión a nuestro tiempo. Ante un mundo laicista, dominado por el rendimiento y el consumo, reflexiona sobre siete temas: la atención, la descreacion, el vacío, el silencio, la belleza, el dolor y la inactividad, invitando a una meditación que conducen a Dios. Como consecuencia nos lleva a comprender que hay una realidad, que supone una vida más completa humanamente que nos da libertad, autenticidad como persona, y nos aparta de este consumismo que deja vacío al ser humano.
Estos movimientos muestran el desconcierto que están causando estos chispazos de fe, ante una izquierda dominante y ateísta, y cuando creían que sus postulados tenían asegurada la imposición del laicismo entre los jóvenes, se muestra que hay un fondo social católico que ha constituido la cultura europea, y que la sociedad está añorando y que ante la inconcebible deshumanización a que está dirigiéndose la política actual, se está despertando la riqueza de la cultura tradicional de una religión que ha conformado a Europa.
Este cambio es una advertencia, que está surgiendo, lo que lleva a pensar que hay que darles una verdadera función en el resurgir de la Iglesia. La iglesia es una asamblea de laicos, esto es, del pueblo cristiano, que ahora se ve resurgir por iniciativa de laicos, por ello deben ser éstos los que en el futuro tengan conciencia que es de ellos el nuevo desarrollo de la comunidad de católicos. Si examinamos la historia de esta Iglesia veríamos que el espíritu de Cristo se ha conservado por la fe que se ha guardado en el pueblo, no por la estructura de la organización de la institución.
No debe extrañar hablar de una Iglesia popular, porque desde un principio las comunidades de creyentes en Cristo se han calificado de «Pueblo de Dios», y como tal se organizó en entidades y asociaciones, constituyendo un movimiento de un pueblo de fieles en busca de la doctrina de Cristo, y se organizó con conciencia de participar en la sociedad y laborar en su transformación. Ahora de nuevo es necesario volver a que los cristianos tomen conciencia de ser el «Pueblo de Dios», con una misión específica de configurar un nuevo modo de ser Iglesia, que se estructure alrededor de un eje de comunión y de participación de todos. Obligación de todos los miembros ?clérigos y laicos ? en igualdad de condiciones en la transformación de la sociedad. De donde ha de surgir, como dice Leonardo Boff: «En lugar de una Iglesia-sociedad con poder centralizado y jerarquizado, con relaciones anónimas y funcionales, comienza a surgir una Iglesia comunión y comunidad con una distribución más equitativa del poder sagrado, con relaciones orgánicas y más participativas»
Todavía la fe de Cristo, transmitido durante dos milenios, se conserva en las comunidades de los pueblos, no sólo de los fieles que practican, sino de todos los ciudadanos que, aunque se califique de agnóstico o ateo, sin embargo, viven según de la ideología de Occidente que es de base cristiana y guardan comportamientos conforme a su ideal, lo que falta es que tengan conciencia y actúa por esta fe
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