El Museo del Traje presenta en su muestra permanente 361 nuevas piezas, con `otros Balenciagas` y guiños al romanticismo
El Museo del Traje ha presentado este miércoles 10 de diciembre las novedades de su nueva colección permanente, en la que destacan 361 nuevas piezas, como `otros Balenciagas` -- patrones de Balenciaga hechos por otros diseñadores-- o guiños al romanticismo.
En la presentación a los medios, los comisarios han detallado que más de 350 piezas han sido sustituidas por otras procedentes de la colección, en la que destacan un total de 31 vitrinas con novedades, de las 54 que tiene el museo. Las piezas abarcan desde el siglo XVIII hasta la primera década del siglo XXI.
De este modo, la exposición cubre una cronología en la que se narra el desarrollo técnico, científico, industrial, comercial y urbano, cuyo inicio coincide en España con el cambio de dinastía en el siglo XVIII. Así, se vincula el desarrollo de la moda con los acontecimientos que más han repercutido en la historia del país.
Con esta muestra se busca visibilizar el papel de la moda sobre la mujer y analizar los usos de moda masculinos --como la incorporación del pantalón, al tobillo, el cual entra en el ropero masculino con la Revolución Francesa-- con el fin de reflejar "el verdadero papel" de la moda en el cambio social.
Entre las piezas nuevas, destacan recientes adquisiciones que se incorporan por primera vez como piezas hechas con patrones de Balenciaga por otros diseñadores (`los otros Balenciagas`), así como un abrigo azul del diseñador Pedro Rodríguez que perteneció a Ava Gardner, un justillo valenciano del siglo XVIII, una estola de cachemir, un vestido rosa `romántico` y piezas que muestran una `toilette`, es decir, un tocador o alcoba que representa el complejo proceso de vestirse durante el siglo XVIII --con sus camisas interiores, armazones interiores y bata francesa, entre otros--.
La directora del Museo del traje, Helena López de Hierro, ha señalado durante la presentación que este año ha girado en torno al cententario del origen de la colección del museo. "Hemos dedicado toda nuestra programación a celebrar la exposición del año 2025, que constituye el germen y el núcleo de la colección del museo. No se nos ha ocurrido una mejor manera que rendir un homenaje a nuestra propia colección", ha enfatizado.
Para ello, López del Hierro ha explicado que la decisión del museo de rotar más de la mitad de la exposición permanente del museo y mostrar "piezas inéditas que salen a la luz" busca "poner en valor, no solamente la colección, sino el trabajo que se realiza desde este museo dedicado a la moda, a la indumentaria y a la etnografía".
ESTUDIO Y PRESERVACIÓN DE MANIFESTACIONES CULTURALES
Precisamente, esta colección comenzó a tomar forma hace un siglo, con una Exposición del Traje Regional, "motivada por el interés de entonces hacia el estudio y la preservación de las manifestaciones culturales de la España tradicional, avocada a la extinción ante el avance del mundo moderno", como han señalado desde el museo.
Entre esas manifestaciones culturales, destaca el caso del mantón de Manila, una prenda de seda bordada para la exportación en la región de China de Cantón, que irrumpe en la moda en pleno Romanticismo, aportando una estética oriental, pero que será asumido en el mundo tradicional hacia 1870, como signo de modernidad y exhibición de poder económico familiar.
La moda indumentaria es "el ejemplo más visible" de la internacionalización de las costumbres desde que en el siglo XVIII se puso en marcha la maquinaria de las manufacturas francesas del lujo. La muestra también refleja la introducción de nuevas prácticas y formas de consumo asociadas a los cambios impulsados por los mecanismos de la moda.
Se trata de cambios que, más allá de afectar al estilo indumentario, aparecen en todo tipo de producciones que se vinculan de manera más o menos directa a la transformación de las costumbres e incorporan las estéticas en boga en cada contexto.
La exposición cuenta con seis comisarios. En el ámbito de moda histórica están Raquel Sánchez y Gema Batanero; en la parte de joyería, Daniel Blanco; de las piezas más tradicionales, se ocupa Laura Jiménez y de las más contemporáneas, Juan Gutiérrez. Además, los fondos documentales están a cargo de Clara Berastegui y los figurines de Laura Flores.
Asimismo, la institución --que se refunda en el año 2004 como Museo del Traje-- ha explicado que, debido a la "delicada naturaleza" del patrimonio textil que conserva y exhibe, las piezas de la exposición permanente están sometidas a "estrictos controles de iluminación, humedad y temperatura". Aún así, y pese a todas las medidas de conservación preventiva, es necesario rotar periódicamente las piezas expuestas para garantizar "su correcta preservación" a largo plazo.
Sé el primero en comentar